Intervención
Un delicado y dificil trabajo de recuperación pictórica y de dorados ha sacado a la luz una obra desconocida, oculta durante siglos bajo capas de pintura, de este pintor español que marcó la transición del arte medieval hispano – flamenco al primer Renacimiento. Se optó por eliminar todos los estratos superpuestos y recuperar el original.
Antes de dar comienzo los trabajos de restauración se llevó a cabo:
• Una exhaustiva documentación fotográfica del estado de conservación inicial,
• Una recopilación de información de la obra interesante para conocer su historia material
• La ejecución los estudios científicos previos que determinaron que, hasta siete capas diferentes de estratos no originales se asomaron sobre los dorados primitivos y que debajo de la obra existía otra de mayor calidad artística.
La obra llegó con una protección puntual, para evitar pérdidas durante su traslado.
La intervención se inició con una primera limpieza mecánica y superficial al objeto de eliminar restos de suciedad. A continuación se llevó a cabo el proceso de fijación y consolidación de la totalidad del estrato pictórico y dorado, aún sobre el repinte pictórico y redorados. Par ello se utilizaron colas naturales aplicadas, tanto en superficie como mediante inyección, y a su vez presión y calor puntual.
La presencia de ataque de insectos xilófagos, aunque aparentemente inactivo, hizo plantearnos como medida preventiva un tratamiento de desinsectación mediante anoxia.
Antes de acometer el proceso de limpieza se realizaron estudios y ensayos valorando los resultados determinados por el test acuoso y el test de solubilidad que nos indicaron cual era el solvente más apropiado en cada fase de limpieza. Respecto al estrato pictórico se abordaron varias fases de limpieza. Una primera fase para la retirada de la primera suciedad y barniz. Para la suciedad se utilizó un medio acuoso y para el primer barniz un gel con disolventes muy polares. Abordamos la segunda limpieza midiendo la conductividad y el pH de la capa pictórica. Tras los resultados, se realizaron pruebas con diferentes geles con pH entre 8 y 8,5 para poder romper las moléculas de la pintura al óleo del repinte. En las capas de repinte más grueso y con pigmento blanco, como en las carnaciones o el manto claro de la Virgen, la eliminación de éste fue más lenta y se hizo capa a capa, apoyada con una limpieza mecánica. Una vez extraída a la luz el estrato pictórico original, quedaba una tercera limpieza de otro barniz y suciedad subyacente que nos devolvería el cromatismo original de la obra. Ésta se realizó de forma mecánica. Con respecto al dorado el proceso de eliminación de todos lo redorados se realizó mediante limpieza mecánica a punta de bisturí reblandeciendo cada uno de los estratos con disolventes específicos. En los redorados de la tabla se eliminaron hasta un total de ocho estratos diferentes, y en el marco perimetral tres.
La reconstrucción de las pérdidas de preparación en el estrato pictórico fue al estilo tradicional con colas naturales y cargas estables. Respecto a los dorados, se utilizaron los mismos materiales tradicionales característicos de la técnica del dorado.
La reintegración cromática de las pérdidas de pintura se realizó en dos fases, una primera con acuarela ajustando al cromatismo original y una segunda fase con pigmentos al barniz para terminar de ajustar el color. Dependiendo del tamaño de la laguna se optó por regatino en aquellas zonas donde teníamos que reconstruir e ilusionista para las más pequeñas. En cuanto al dorado, la reintegración se llevó a cabo con oro en polvo de 23 ¾ ajustándonos al perímetro de las lagunas, y posteriormente integrando con el original mediante veladuras de acuarela mediante un rallado vertical con el fin de crear un criterio diferenciador.
Con respecto a las polseras, durante el proceso de limpieza, se localizaron pequeños restos de policromía original, pudiéndose determinar mediante los estudios científicos que dichos restos coincidían con la policromía original del marco perimetral de la tabla. Al no quedar prácticamente policromía original, se optó por dejar la repolicromía que conservaban como testigo histórico.
En relación a las zonas de doradas se han recuperado parte original en aproximadamente del cincuenta por cien. Para concluir el proceso de restauración, se le aplicó un barniz final de bajo peso molecular mediante compresor, para de esta manera proteger y saturar la pintura ayudando a una correcta visualización de la obra.